Los nuevos tiempos requieren nuevas formas de comunicación. Desde hace algunos años asistimos a la floración de los “vídeocomunicados”  ¿Es un género periodístico o discursivo? ¿Es algo televisivo o para las redes sociales? ¿Se refugian allí quienes no quieren encarar las preguntas de los periodistas o es simple publicity…?

Son muchas preguntas y no todas tienen una única respuesta. Depende del caso y de la cosa. El caso que nos ocupa hoy es el de los controladores aéreos españoles. 2.400 personas más mentadas en nuestro país desde el 3 de diciembre que Papá Noel, la lotería de Navidad o la mismísima crisis que nos azota.

Los controladores tienen un portavoz: César Cabo, a la sazón secretario de comunicación del sindicato de controladores USCA. En verano, con el primer amago de huelga sí, huelga no, se hizo popular en televisiones, radios y periódicos.

Es un tipo resultón y atractivo, y esta multipresencia en los medios le ha reportado réditos impensables: tiene legiones de fans en las redes sociales.

http://www.abc.es/20100811/medios-redes/cesar-cabo-201008111736.html

También le ha supuesto una fama sobrevenida que le estará reportando más de un disgusto y más de un sobresalto: ha pasado del anonimato al reconocimiento público. Difícil gestión para un salto que ha dado en tan poco tiempo.

En verano en sus apariciones televisivas era reivindicativo, seguro, trajeado y se adornaba la cara con una barba entre informal y arreglada. Un tanto envarado en algunas entrevistas, tenía la tendencia a balancear la silla ante las preguntas complicadas. Sería cosa de los nervios o de la falta de costumbre televisiva. Siempre un tipo serio, al que no le sacaban una risita los entrevistadores y a quien parece gustarle la gravedad del estilo en consonancia con la gravedad del discurso.

Pero el vídeocomunicado grabado por las agencias el 4 de diciembre y difundido a todos los medios de comunicación supone un cambio de estrategia e imagen.

Con la que estaba cayendo, mejor una declaración sin preguntas: vídeocomunicado al canto. Parece que está grabado en un hotel o en un salón común, sin ningún tipo de referencia al sindicato. Grave error de comunicación: no hay referencias corporativas de ningún tipo.

César Cabo está de pie. Sin traje, sin corbata… ¡y sin barba! Más allá de este insignificante detalle de aliño, nos encontramos a un portavoz que lee un texto en un atril que parece quedar fuera de nuestro campo visual. Eso, o que tiene una memoria fotográfica portentosa para memorizar todo lo que dice durante 47 segundos.

Lectura un tanto monótona, aunque limpia de errores de dicción. No enfatiza mucho lo que cuenta, pero el comunicado no es muy largo. Es un portavoz con voz pero sin gestualidad (la cara no dice nada ni acompaña el discurso) y sin gesticulación: no apoya lo que va contando o leyendo con sus manos o sus brazos. Otro error más de comunicación.

El portavoz de los controladores ha perdido de repente la barba pero ha ganado unas gafas de pasta de corte moderno. Critica a sus jefes, reparte responsabilidades y asegura que “ha de valorarse la virulencia de la provocación hecha a este colectivo por parte de AENA…” No es virulencia la mejor elección en ninguna de sus acepciones en el DRAE. Ni por lo que tiene de purulento ni por la acepción de Ardiente, sañudo, ponzoñoso o mordaz en sumo grado referida a discursos o estilos. Supongo que para USCA la actitud de AENA sería algo más que virulenta… Si fuera un improvisación valdría el error. Pero no para un comunicado oficial de una organización.

Sigue tan serio como en verano. Más incluso. Lo que cuenta no es una broma, pero no hace falta que parezca tan afectado por el contenido. No es lo mismo la seriedad que la impostura. No se le da más trascendencia a una mala noticia o a una crítica por poner cara de tristón o enfadado.

Comunica y ante la duda comunica más. Y cuando tengas más dudas, más comunicación. Esta máxima de las RRPP no la siguieron los controladores. Se refugiaron en un comunicado y en unas cuantas apariciones muy controladas y medidas en algunos medios. Gran contraste con el despliegue de comunicación del verano. Si en una crisis quieres convertirte en fuente autorizada de tus problemas y si pretendes ser creíble en tus soluciones, has de tomar la iniciativa y convertirte en la fuente de referencia. Los controladores aéreos han ido por detrás del gobierno, de AENA y de las compañías aéreas. Mala elección.

Y César Cabo merece un estudio individual. Nunca un portavoz ha logrado que tenga tanta importancia la “voz” con respecto a lo que “porta”. Se ha hablado tanto de él (sus formas, su estilo, su físico) que se han perdido mensajes de su organización. ¿Y si deben deben ser sólo feos los portavoces?  estará pensando más de uno… Vaya usted a saber. Este blog no llega a semejante nivel de consejos intrépidos.