La mejor improvisación es la improvisación preparada. Me canso de decir esto en mis cursos de comunicación directiva y llevo años repitiéndolo en mis clases de la Universidad.  Nos queda tanto que aprender de los norteamericanos o ingleses en el mundo de los  videocomunicados,  videoblogs o  youtubers,  que no es de extrañar lo visto ayer en la incursión de nuestro presidente del gobierno, Mariano Rajoy,  en este mundo de las comparecencias audiovisuales públicas:

 

Lo contrario sería noticia. Los políticos españoles no parecen recibir la formación más adecuada para comparecer ante las cámaras y los micrófonos. A las pruebas me remito. ¿Qué político de los actuales lo hace mejor en este campo que cualquiera de los que protagonizaron  La Transición?  Y eso que ahora tienen más cursos a su disposición y muchas más herramientas. No es menos cierto, por decirlo todo y en justica, que están mucho más expuestos en 2015 que hace 30 años (más cadenas de televisión, Webs audiovisuales, redes sociales, etc.)

Rajoy está tenso. No sabe qué hacer con las manos (finalmente opta por no hacer nada), se nota que lee en un  teleprompter  mal ubicado, el fondo está lleno de reflejos, el entorno es poco enriquecedor y para colmo se graba todo en un innecesario plano secuencia que convierte una locución de 1:45 en un ladrillo que parece durar mucho más. Con más dedicación y preparación, habría salido mucho mejor.

No le podemos pedir que tenga la soltura de  Barak Obama.  Estados Unidos es otra cosa. Allí nadie se extraña de que el presidente aparezca en programas nocturnos formando parte del show. Como en esta visita  al plató de  Jimmy Kimmel.   Obama baila, bromea y “vacila” a uno de los presentadores más hábiles y socarrones de la televisión norteamericana.

 

 

Seguro que Obama se había preparado. Y sobre todo se olvidó del miedo. En este negocio de las comparecencias audiovisuales lo peor es tenerle miedo al miedo. ¡Cómo para pedirle a un candidato español que arriesgue en este 2015 de tantas elecciones a todo o casi todo!  Tal vez nuestros dirigentes tienen la misma poca consistencia en sus incursiones videoblogueras  o  videocomunicativas que la gran mayoría de nuestro youtubers. Salvando algunas más que dignas excepciones, en la mayoría de nuestros canales de Youtube los presentadores o bloggers confunden el aire divertido y el contenido jocoso con la pura y vacía improvisación. Ese no es el camino.

Charlie McDonnell  es un joven inglés de 24 años. En su canal de Youtube cuenta con varios millones de seguidores. Fun Science es una forma divertida de explicar conceptos complejos. Incluso más complejos que la EPA.  Pero él tiene el don de la comunicación mediante la improvisación preparada. Un don al alcance de cualquiera… que se trabaje sus vídeos. Un pequeño ejemplo. Cuando solo tenía 20 años hizo este magnífico vídeo, que apenas dura tres minutos, para explicar la base científica del sonido. La producción audiovisual es impactante, un trabajo de gran nivel.

 

 

Calidad de imagen, sonido perfecto, postproducción gráfica impecable… El resultado es fantástico. Y no parece tan difícil si lo hace un chico de 20 años sin los recursos del “Gobierno de España”   ¿O No…?

Si uno se detiene a ver los grandes triunfadores mundiales de Youtube, los tvbloggers con más seguidores, lo primero que se comprueba es la calidad de la producción audiovisual. Hazlo bien + te saldrá bien + te verá gente… y esa gente hablará bien de ti a otra gente